Por Fernando Lloveras San Miguel
Presidente Para La Naturaleza
El Laboratorio Internacional para la Neurobiología de las Plantas, fundado por Stefano Mancuso en la Universidad de Florencia en 2005, ha ido sentando las bases de una nueva concepción de las plantas —no como seres inertes y estáticos— sino como seres complejos, altamente sensibles y activos en la búsqueda de alimento, capaces de reaccionar a circunstancias específicas en su medioambiente.
Desde la emisión y recepción de químicos en el aire en reacción a amenazas o circunstancias particulares, hasta la existencia de amplios sistemas subterráneos de hongos que vinculan comunidades enteras de árboles: estamos ante descubrimientos de redes comunicativas de todo tipo que podrían redefinir las fronteras de conceptos como la consciencia y la inteligencia en las plantas.
Aunque estudiar el comportamiento de las plantas no es algo nuevo, estos hallazgos recientes sobre las señales que emiten y su comportamiento adaptivo apuntan a un vasto mundo que apenas conocemos. Al trabajo de Mancuso se unen las investigaciones de la Society of Plant Signaling and Behavior, que abarcan interacciones interdisciplinarias entre biólogos moleculares, celulares, fisiólogos, ecólogos y otros especialistas.
Si bien es un salto filosófico decidir a cuándo aplicaremos palabras como “consciencia”, la concepción de inteligencia de las plantas que proponen Mancuso y otros no se basa en la presencia de neuronas ni de un sistema nervioso, como en los animales, sino en el funcionamiento verificable de estructuras y mecanismos análogos. Han logrado incluso establecer paralelos entre nuestros cinco sentidos y las plantas.
Estas pueden ver, oler, gustar, tocar y oír, pero no gracias a órganos específicos, sino a estructuras celulares distribuidas en sus superficies. Algunas, como los fotorreceptores que les permiten “ver” y evaluar la calidad de la luz, se concentran en las hojas. Otras, como los receptores de moléculas volátiles que les permiten “oler”, están distribuidas a través de toda la planta.
También tienen sentido del gusto y usan receptores concentrados en sus raíces para “probar” la tierra y enraizar hacia la mayor cantidad de nutrientes. Además, pueden “tocar”, recibiendo información de canales mecano-sensitivos, unos órganos sensoriales diminutos concentrados en sus células superficiales. Canales similares y ampliamente distribuidos les permiten sentir las vibraciones debajo y sobre la tierra, pudiendo así “oír”, de manera similar a algunos animales sin oídos.
Mancuso y su equipo cuentan hasta 15 sentidos adicionales en las plantas, que van desde la detección de la gravedad y de campos electromagnéticos, a la medición de la humedad, la identificación de fuentes de agua, hasta el reconocimiento y la medición de gradientes químicos en el aire y el suelo, así como la habilidad de sintetizar numerosas moléculas, entre otros.
Las plantas ocupan el 90% de la biomasa del planeta, por lo que cabe preguntarnos ¿cómo cambiaría nuestra relación con estas si las pensamos como seres inteligentes y sensibles? Las implicaciones para la ecología y la conservación son vastas.
La modernidad nos armó con la potestad de concebir la tierra como un recurso más a nuestra disposición. A esto la ecología respondió agrandando la comunidad de seres vivos para incluir los suelos, el agua, las plantas y los animales, o colectivamente, lo que Aldo Leopold llamaba “la tierra”.
Pensemos, que lo que vemos como un activo económico a ser repartido entre humanos, es realmente una compleja red de sistemas naturales ocupados por generaciones de residentes vivos e inteligentes: las plantas y árboles de nuestra tierra. Imaginemos, que ese verde dosel que va de costa a costa es una comunidad a la que también pertenecemos y de la que dependemos para sobrevivir.
Te invito a descubrir la fascinante inteligencia de las plantas en nuestra Feria Para la Naturaleza 2016, el próximo sábado 16 de abril, en el Parque Luis Muñoz Rivera de Puerta de Tierra, a partir de las 9 a.m. Acompáñanos, busca tu arbolito nativo listo para la siembra y disfruta de exhibiciones, juegos y actividades entre las plantas.