Por Miprv.com
La organización Scuba Dogs condenó la horrible tortura y muerte de un tiburón gata en el Parque Marino del Escambrón.
El pasado martes, 7 de agosto, buzos de Scuba Dogs encontraron el cuerpo mutilado del animal, aún vivo agonizando de dolor. Se sospecha que el tiburón fue capturado con caña por un pescador ya que aun tenía el anzuelo fijado en la boca. El tiburón fue extraído del agua, le cercenaron su primera y segunda aleta dorsal, y lo depositaron de vuelta al mar herido de muerte.
De esta forma, Puerto Rico suma una víctima más al estimado de 100 millones de tiburones que mueren al año para el consumo de la popular sopa china de aleta de tiburón.
“Esta práctica es muy común en el oriente por la errónea percepción de tener propiedades nutritivas y afrodisiacas”, indicó Alberto E. Martí, director ejecutivo de Scuba Dogs Society, organización que dirige esfuerzos de conservación en Puerto Rico.
“Mientras el mundo impulsa una campaña agresiva para eliminar esta horrible práctica, me parte el alma ver que en la Isla nos movemos en la dirección contraria”.
La aleta corresponde a entre 1% a 5% del peso del tiburón. El resto, que en su mayoría puede ser de consumo, se vuelve a tirar al agua aun vivo para que el animal se desangre y muera. Es una práctica derrochadora que no solo amenaza la supervivencia de esta especie, sino que elimina una fuente de alimento esencial para muchas personas.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), la población de tiburones ha disminuido drásticamente un 90% en apenas un siglo a causa de esta práctica.
“Los actos hablan por sí solo”, indicó el buzo Divemaster Giovanni Caravaggio. “El lunes por primera vez en años vimos el tiburón, una señal muy positiva de un arrecife saludable, y ya el martes había sido capturado, mutilado y suelto para morir lentamente en el fondo del mar. Estamos devastados”.
Según el Lcdo. Herman Colberg, miembro oficial de la Junta de Directores de Scuba Dogs Society, dicho acto constituye una violación a la Ley Num. 154 de 2008 para el Bienestar y Protección de los Animales.
Este acto representa un delito de maltrato de animales cuya pena máxima de reclusión es un término de quince (15) años.
“Tristemente, muchas personas no saben que ocasionar este tipo de daño representa un delito criminal, por lo que exhortamos a las personas que alerten a las autoridades”.