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Incidentes de seguridad y limpieza empañaron el verano en el Cañón San Cristóbal

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Por Miprv.com

En el área natural protegida Cañón San Cristóbal entre Barranquitas y Aibonito se refleja desde hace unas semanas un inusual aumento en la cantidad de personas que, por iniciativa propia o mediante convocatorias en las redes sociales, visitan el lugar en desconocimiento de las mejores prácticas y medidas y equipo de seguridad requerido.

La situación ha derivado en problemas con el manejo de este valioso ecosistema, así como dificultades que encaran serios peligros para los visitantes.

Para la Naturaleza, titular de la propiedad y responsable del manejo de esta área natural protegida, y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) exhortan al público a tener prudencia y responsabilidad para que disfruten de la naturaleza del Cañón San Cristóbal sin impactar los recursos y sin poner en riesgo la seguridad y la vida humana.

“Recomendamos que las visitas al Cañón San Cristóbal se lleven a cabo mediante los recorridos y excursiones planificados por Para la Naturaleza o a través de operadores debidamente certificados y que cuenten con el equipo de montañismo requerido para este tipo de aventura. La cantidad de personas permitidas por recorrido son limitadas para precisamente proteger los recursos naturales de los impactos como los que han ocurrido en las pasadas semanas, donde hemos encontrado desechos de envases de bebidas alcohólicas o se han mutilado piedras que han sido durante miles de años esculpidas por la fuerza del agua que por allí pasa”, explicó el personal de Para La Naturaleza durante un recorrido con miembros de la prensa en el que participó Mi Puerto Rico Verde.

Los profesionales con especialidad en el manejo de ese espacio natural consideran que la visita de un número reducido de personas, acompañados por un guía experto y con el equipo de seguridad esencial para una aventura extrema, tendrá una mejor experiencia que las personas que se aventuran a caminar sin conocimiento de los peligros reales y hasta letales que puede conllevar descender al Cañón San Cristóbal, con precipicios que superan los 50 pies de altura, equivalente a un edificio de seis pisos.

“Le pedimos cooperación al público en respetar tanto las entradas a las fincas y casas de nuestros vecinos, como las carreteras de Barranquitas y Aibonito, que no están hechas para estacionamientos improvisados. Estos obstaculizan el acceso a vehículos de rescate que cualquier visitante podría necesitar”, comentó el licenciado Fernando Lloveras San Miguel, presidente de la organización Para la Naturaleza.

“Colaboramos con el Cuerpo de Vigilantes del DRNA y con los municipios de Barranquitas y Aibonito para concientizar al público, porque el Embalse La Plata también se nutre de las aguas que esculpen el cañón. Tenemos que disfrutar del lugar pensando en el racionamiento que hemos sufrido, en que cada visita al cañón es también un compromiso con proteger el agua que ahora tanta falta nos hace”, agregó Lloveras.

Por su parte, la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen R. Guerrero Pérez indicó que “la recreación en actividades de contacto con la naturaleza genera múltiples beneficios para el ser humano. No obstante, esa relación con los espacios naturales debe ocurrir en pleno respeto al delicado ecosistema que se visita. El Cañón San Cristóbal es un sitio único, de espectacular belleza, pero las personas que lo visitan deben considerar que representa retos de seguridad para quienes se aventuran a conocerlo sin las medidas y equipos necesarios. El principio de cautela y prudencia debe imperar en todo momento. El DRNA ofrecerá todo el apoyo necesario a Para la Naturaleza, para lograr que las personas comprendan la seriedad de esta situación”.

Para más información sobre el área natural protegida Cañón San Cristóbal y los recorridos, excursiones y actividades que desde allí se organizan, pueden visitar el portal www.paralanaturaleza.org, escribir a reservaciones@paralanaturaleza.org o llamar al (787) 722-5882.

Planifique una excursión guiada

Una buena planificación, resulta en una experiencia grata dentro del entorno natural que ofrece el Cañón San Cristóbal. La participación en un Encuentro Para La Naturaleza, le provee la oportunidad de aprender detalles sobre el entorno natural, la formación y la historia del Área Natural Protegida Cañón San Cristóbal con personal experto.

Al participar en una excursión guiada, el visitante comparte con un grupo de intérpretes capacitados dentro del recurso natural con equipos especializados y manejo adecuado del grupo para atender posibles eventualidades.

Próximas Excursiones

Aventura Extrema en el Cañón San Cristóbal

10 de octubre 2015
13 de octubre 2015
28 de noviembre 2015
19 de diciembre 2015

Viaje al Cañón San Cristóbal

26 de septiembre 2015
3 de octubre 2015
14 de noviembre 2015
12 de diciembre 2015

El Cañón desde Arriba

Varias fechas

Cañón San Cristobal, Foto José E. Maldonado / www.miprv.com Cañón San Cristobal, Foto José E. Maldonado / www.miprv.com Cañón San Cristobal, Foto José E. Maldonado / www.miprv.com Cañón San Cristobal, Foto José E. Maldonado / www.miprv.com Cañón San Cristobal, Foto José E. Maldonado / www.miprv.com Cañón San Cristobal, Foto José E. Maldonado / www.miprv.com

La historia del Cañón San Cristóbal

En la década del 1920, la Comisión de Servicio Público autorizó al municipio de Barranquitas, por ordenanza del gobernador del 27 de julio del 1921, a realizar un contrato con la compañía eléctrica de Aibonito, para construir, conservar y mantener un sistema de corriente eléctrica.

El municipio de Barranquitas compraría energía generada por la planta hidroeléctrica de Aibonito, ubicada en el banco derecho del Río Usabón al lado de la cascada La Niebla. Posterior a la construcción y operación de la planta hidroeléctrica, se comenzó a utilizar el Cañón San Cristóbal como un vertedero por los municipios de Barranquitas, Aibonito y Orocovis. Luego de casi dos décadas continuas, el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, comienza adquirir terrenos en el 1974 logrando detener dicha práctica.

Previo a la primera adquisición realizada en el 1974 por el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, ahora unidad Para La Naturaleza, los terrenos aledaños al Cañón San Cristóbal tuvieron múltiples uso. Entre otros de los usos históricos del Área Natural Protegida, se encuentran las fincas para ganadería, cultivos de productos menores, siembra de tabaco hasta 1970, cultivo de café y viviendas.

Desde el 1974, el Fideicomiso de Conservación de PR ahora Para La Naturaleza, protege terrenos aledaños al Cañón San Cristóbal entre los Barrios Honduras y Helechal de Barranquitas, y los Barrios Caonillas, La Plata y Los Llanos de Aibonito. Actualmente la cantidad de terrenos protegidos ha incrementado a 1,778 cuerdas entre ambos municipios.

Descripción del Área Natural Protegida

El Cañón San Cristóbal es una formación topográfica que consiste en acantilados que forman depresiones y valles profundos, como resultado de la erosión de rocas por el paso de las aguas del Río Usabón. Por la contínua falla, erosión, disolución y desprendimiento de rocas, se han formado además charcos y cascadas que discurren a través del Área Natural Protegida.

La composición de éste fenómeno topográfico y geológico es mayormente roca sedimentaria e ígnea, pertenecientes al Cretácico Tardío. Por su parte, la roca ígnea es de origen volcánico y tiene cerca de 100 millones de años, mientras que la roca sedimentaria, formada por el depósito de sedimentos tiene cerca de 90 millones de años.

El Río Usabón, protagonista del Cañón de San Cristóbal, comprende aproximadamente 9 kilómetros y eventualmente se une a la cuenca hidrográfica del Río La Plata en el municipio de Cidra. El Área Natural Protegida Cañón San Cristóbal cuenta con zonas de amortiguamiento de aproximadamente 1,800 pies de ancho y hasta 800 pies de profundo en algunas áreas.

Detalles de flora y fauna

En el Área Natural Protegida Cañón San Cristóbal se han reportado aproximadamente de 678 especies de flora y 136 especies de fauna. Algunas de las especies de aves encontradas son el guaraguao colirrojo, la reinita mariposera, jilguero, calandria y el san pedrito, ave endémica de Puerto Rico. Los anfibios más comunes son la ranita de labio blanco, Coquí común, Coquí de las yerbas y el Sapo común. Se pueden observar algunos reptiles como la Iguana común, el Lagarto Verde y la Boa puertorriqueña, especie en peligro de extinción.

Asimismo, el Vivero de Barranquitas ubica dentro del Área Natural Protegida Cañón San Cristóbal y tiene una producción promedio de 16,000-20,000 árboles nativos anualmente. Algunas especies de árboles que se encuentran en peligro de extinción han sido plantadas en el Área Natural Protegida, como el Palo de Nigüa, Higüero de Sierra, Matabuey, Nogal, Palo de Rosa, Cobana Negra y Palo de Jazmín, entre otros.

Efectos del impacto humano en Áreas Naturales Protegidas

Algunos de los efectos adversos incluyen la erosión y la desaparición de veredas, el deterioro y muerte de especies nativas, deforestación de áreas naturales, derrumbes de roca, contaminación del recurso hidrológico, depósito de basura, así como la destrucción de siembras y especies en peligro de extinción.

Riesgos humanos al visitar el Cañón San Cristóbal sin las medidas de seguridad necesarias

Se requiere una planificación estratégica para el máximo disfrute con el mínimo impacto al ecosistema y riesgos físicos. Entre los potenciales accidentes que pueden ocurrir dentro del área se encuentran: los golpes, resbalones, cansancio extremo, ahogamiento, caídas, fracturas, hipotermia o hipertermia, entre otros. Algunos fenómenos naturales que no se desligan de la condición natural del espacio y que resultan inherentes al mismo, incluyen: la posibilidad de crecientes de río, los deslizamientos o derrumbes de rocas y la posibilidad de extraviarse.


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